Desde el mes de enero comenzó la
etapa de mayor ocurrencia de incendios forestales en el territorio y con ella
un incidente ya se localizó en el municipio de Majibacoa. El área conocida como
Monte Naranjito, de gran interés nacional y que forma parte de la cuenca del
Cauto, fue afectada en 55 hectáreas, iniciando en área de pastos y propagada
hasta la zona de bosques.
En diálogo con 26, Selenis
Yaquelín Batista, especialista provincial en Manejo del fuego, del Cuerpo de
Guardabosques, explicó que las causas fundamentales de este siniestro se debió
fundamentalmente a los factores climáticos y también a la no realización de las
trochas corta fuego. Elementos que unido a otras negligencias del proceder
humano, como la quema de cañas, desechos industriales, potreros u otros fines y
la chispa de vehículos, propiciaron en el 2015 un total de 29 incendios
forestales con un total de 100,8 hectáreas dañadas y más de 726 mil 258 de
pesos de pérdidas a la economía.
“Durante este período,
-significó-, es necesario incrementar todas las medidas técnicos especializadas
como las trochas corta fuego, las líneas mineralizadas y las fajas quemadas,
que son las que generalmente se realizan por parte de los tenentes de bosques y
reforzar aún más el trabajo en los municipios de Puerto Padre y Las Tunas,
territorios más afectados en el calendario anterior por estos aciagos
acontecimientos”.
El Cuerpo de Guardabosques es la
entidad autorizada para emitir el permiso de hacer uso de fuego en área de
bosques o su colindancia. A tenor de ello, “todas aquellas personas que
necesite quemar dentro del bosque y hasta los 200 metros próximos, pueden
dirigirse a cualquier autoridad de este organismo y con la correspondiente
aprobación se le emitirá un grupo de medidas que evita que la quema controlada
se convierta en un incendio”.
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